Existencialismo
El existencialismo es una corriente filosófica que piensa que las personas primero existen y después adquieren su esencia (lo que las caracteriza). Esta idea es conocida gracias a la frase de Jean-Paul Sartre: "la existencia a la esencia".

El existencialismo surgió en el siglo XIX y tuvo su mayor desarrollo durante la primera mitad del siglo XX. También se llamó existencialismo al movimiento literario derivado de las premisas filosóficas, representado por Albert Camus.
Además de Sartre y Camus, entre los principales exponentes del existencialismo están Simone de Beauvoir, Karl Jaspers, Gabriel Marcel y Martin Heidegger. Todos ellos hicieron filosofía a partir del individuo y sus experiencias del mundo.
Para los existencialistas, los individuos son libres y responsables de sus actos. Por esta razón es que muchos trabajos existencialistas se centraron en la libertad, la responsabilidad y la moral que ambos conceptos conllevan.
Características
Como corriente filosófica, el existencialismo se caracteriza por la época en la que surgió y por algunas ideas comunes que sus integrantes compartieron:
- Promovió la idea de que la existencia precede a la esencia. Esto significa que no hay una esencia que predetermine a los seres humanos, sino que cada uno es libre de construir su propia forma de ser.
- No tuvo filósofos que coincidieran punto por punto en sus posturas. Lo que los unió fue la crítica a los valores establecidos en la sociedad de la época.
- No confiaba en ningún sistema de creencias establecido. Los existencialistas no creían en explicar la esencia de la existencia a partir de sistemas generales de pensamiento.
- Se opuso a toda doctrina que entendiera a los seres humanos como una realidad completa, auto explicativo.
- Se opuso a la idea del destino. Para los existencialistas, el ser humano era responsable de sí y dueño de su destino.

Según Sartre, el existencialismo era una forma de humanismo: ser existencialista implicaba tener empatía por el otro y abogar por la responsabilidad social.