Grandes filósofos clásicos
Los filósofos clásicos más importantes son Sócrates, Platón y Aristóteles, los tres pensadores clásicos y primeros filósofos de la antigüedad que buscaron entender el origen del mundo, siendo la filosofía clásica la base de la filosofía occidental.

Sócrates (470 a. C. - 399 a. C.)
Uno de los aportes más importantes de Sócrates es que, para él, la filosofía debe ser un ejercicio de aporte práctico para la vida de los hombres. La filosofía debe enseñar saber vivir. Sócrates no escribió ninguna de sus enseñanzas. Creía que si lo hacía, sus ideas podrían ser confundidas. Todo lo que se conoce en la actualidad se debe a las anotaciones de sus discípulos, más específicamente, las de Platón.
Sin embargo, no haber dejado una obra escrita vuelve al Sócrates histórico un personaje mucho más interesante, confuso e ineludible para la historia de la filosofía. Su actitud filosófica, tal como la muestran sus discípulos, marcó un precedente no solo para la práctica diaria de la filosofía, el rol del maestro o la forma de acercarse a las preguntas, sino incluso para el objetivo que la filosofía en general debe asumir.
El método socrático:
- La mayéutica: Los escritos más populares por los que se conoce el pensamiento de Sócrates son los diálogos platónicos. Estos consisten en una serie de preguntas y respuestas entre el filósofo y sus alumnos. A este diálogo de preguntas y respuestas se le conoce como el método socrático o mayéutico y se lo utiliza hasta la actualidad Mayéutica, incluso, se traduce como "partera" u "obstetricia", profesión ejercida por la madre de Sócrates. Incluso en el Teeteto, Sócrates le recuerda a su interlocutor que su madre era partera y que él cumple la misma función pero respecto al alma de los hombres, ayudando a dar a luz a los conocimientos guardados en sus almas.

Platón (427 a. C. - 347 a. C.)
Su influencia ha impulsado una corriente de pensamiento conocida como "platonismo", objeto de muchas interpretaciones a lo largo de la historia. Para Platón, desde el punto de vista filosófico existen dos realidades: el mundo sensible y las Ideas. El mundo sensible se refiere a aquel que podemos captar a través de los sentidos y que está sujeto a mutaciones. En cambio, las Ideas son inmutables y, por lo tanto, verdaderas.
Platón fue un autor muy prolífico. Su obra fue presentada en la forma del diálogo, poniendo en práctica el principio del método dialéctico socrático. Los trabajos del filósofo griego han sido ordenados de muchas formas. Uno de los criterios ha sido de acuerdo a sus etapas de madurez.
- Período de juventud (393-389 a.C.): Eutifrón, Apología a Sócrates, Critón o El deber.
- Período de transición (388-385 a.C.): Hipias mayor, Gorgias, Menéxenes.
- Período de madurez (385-371 a.C.): Fedro, Fedón, El banquete o Del amor.
- Diálogos polémicos (370-347 a.C.): Parménides o De las ideas, Teeteto, Sofista o Del ser.

Aristóteles (384 a. C. - 322 a. C.)
Discípulo de Platón y fundador del Liceo, es considerado uno de los más importantes pensadores de la humanidad. Sus ideas y reflexiones, recogidas en casi 200 tratados (de los que solo se conservan 31), influenciaron a la historia intelectual de Occidente por más de dos mil años. Como la mayoría de los pensadores de su época, Aristóteles hizo filosofía en un sentido amplio. Esto significa que se interesó por todas las ramas del conocimiento accesible por aquel entonces, e incluso inició investigaciones en muchos ámbitos. Se suele clasificar su pensamiento según la distinción que él mismo hizo de las ciencias: el saber práctico, el saber productivo y el saber teórico o contemplativo.
Respecto a la física y las matemáticas, hay varios tratados aristotélicos que trabajan cada una de estas disciplinas. A grandes rasgos, se puede hablar de una filosofía natural que contempla el movimiento, la generación y la corrupción de las cosas, como también la negación del vacío y la idea del éter (todos los puntos del espacio están llenos de materia). Las matemáticas, por su parte, se entrecruzan con la lógica, aunque vale aclarar que esta última no era considerada por Aristóteles como un saber sustancial.
